Si un cliente viene a buscar llantas nuevas y se detecta que la pila del sensor está defectuosa o débil, considere recomendar el reemplazo de los cuatro sensores mientras las llantas están fuera del vehículo. Esto aumentará el costo total inicial, pero le ahorrará al cliente muchas molestias y cargos futuros por un segundo montaje y balanceo, así como la frustración de no haberle avisado con anticipación.