Piezas del sensor TPMS
Los sensores TPMS se componen del sensor en sí junto con muchas otras piezas pequeñas. Estas piezas pequeñas incluyen el vástago de la válvula, el núcleo de la válvula, el tapón de la válvula, la tuerca, la arandela y la junta. Por supuesto, estos componentes no duran para siempre, por lo que se requiere un mantenimiento y reemplazo adecuados para mantener todo el sistema TPMS funcionando con la máxima eficiencia.
¿Cuándo es necesario reemplazar los sensores TPMS y sus piezas?
Los sensores TPMS solo necesitan ser reemplazados si están dañados o si la pila está gastada, y el duradero vástago de la válvula de metal de Continental también es reutilizable, a menos que esté dañado. Cada vez que le da servicio a un rin equipado con TPMS, se deben reemplazar las piezas incluidas en el kit de servicio del sensor TPMS, como la tuerca, la arandela, la junta, el núcleo de la válvula y el tapón, porque estas piezas están diseñadas para usarse una sola vez.
¿Por qué se requiere esto?
En el pasado, todas estas piezas se reutilizaban durante el servicio de las llantas o los sensores TPMS. Esto provocó muchos problemas, uno de los mayores fue la corrosión de las piezas metálicas. Muchos factores causaron esta corrosión, como los elementos naturales que se acumularon en el sensor, la sal de la carretera y la reacción bimetálica con la propia rueda. Si el vástago de la válvula está comprometido por algún motivo, es probable que el sensor TPMS también esté comprometido. Si el vástago de la válvula corroído compromete el sensor, puede causar problemas con las llantas y con el sistema TPMS, entre ellos, fugas de aire y lecturas incorrectas de presión del aire o de la temperatura. Además, al reemplazar todas las piezas de servicio se logrará un sellado adecuado del sensor TPMS en la rueda.
Un paso en la dirección correcta
Más de 70,000 accidentes al año se deben a un inflado inadecuado de las llantas. Al tomar las medidas preventivas adecuadas, los conductores y mecánicos pueden ayudar a reducir esta cifra. Esto comienza con el sistema TPMS, su mantenimiento y su evolución. Cuando compra llantas nuevas, si los sensores TPMS todavía funcionan, se pueden usar de nuevo.
Sin embargo, es conveniente reemplazar las piezas de servicio del sensor TPMS. Estas piezas pueden incluir el vástago de la válvula, el núcleo de la válvula y la tuerca y anillo (en los sensores con vástago metálico). Estas piezas se degradan con el tiempo y pueden provocar que el sensor TPMS falle si no se les da mantenimiento. La corrosión en la base del vástago de la válvula, el uso de ciertos tipos de infladores o selladores de llantas en aerosol y la exposición a la humedad o la sal de la carretera son algunas de las razones por las que los sensores TPMS pueden fallar prematuramente.